domingo, 3 de abril de 2011

El CRE de San Andrés tendrá la vivienda domótica más avanzada para discapacitados

El Centro de Referencia Estatal para Discapacitados San Andrés del Rabanedo tendrá una vivienda domótica de última generación que estará a la vanguardia en tecnología accesible. Servirá no sólo para investigar sobre la mejora de la calidad de vida de las personas con problemas de movilidad sino también para testar todos aquellos productos creados por empresas que tienen como objetivo el mercado de la domótica accesible. Es decir, este hogar digital servirá de banco de pruebas y será el que autorice si los productos cumplen o no con su objetivo y, por lo tanto, pueden comercializarse en el mercado.

La construcción de la vivienda domótica se realizará en la segunda planta del actual CRE, situado en la calle Limonar de Cuba de San Andrés del Rabanedo, en el mismo espacio que ocupa hasta ahora un laboratorio que será trasladado a la primera planta del centro.

Costará unos 280.000 euros, será una realidad gracias a un convenio con el Imserso y dos años después de que comenzará la apuesta del centro leonés por este proyecto que situará al CRE en la vanguardia de investigación de la tecnología accesible.



La directora del CRE de San Andrés, Nuria Mendoza, destacó la importancia de la ubicación de la vivienda domótica que permitirá avanzar de forma importante en la mejora del día a día de las personas con discapacidad. Hizo hincapié que este hogar estará dotado con la tecnología más novedosa. Un espacio en el que se implantarán las soluciones tecnológicas que favorecerán la integración real y efectiva de personas con diversidad funcional mediante la adaptación tecnológica de su entorno, contribuyendo así a su autonomía, privacidad y seguridad en su vida cotidiana.

La empresa Elea Soluciones se encargará de hacer realidad este proyecto en el que también participa el Centro de Referencia Estatal de Autonomía Personal y Ayudas Técnicas (Ceapat) y el Centro Nacional de Tecnologías de la Accesibilidad (Centac).

Nuria Mendoza resaltó que se pretende crear un entorno accesible y usable para estas personas que podrán utilizar las soluciones tecnológicas disponibles en el mercado para mejorar su calidad de vida.

Anexa a la vivienda habrá un laboratorio que servirá como plataforma para que las empresas evalúen sus productos en un entorno real antes de ponerlos a la venta. «Muchas veces los dispositivos que están en el mercado no responden al fin para el que fueron creados», resalta la directora del CRE que considera fundamental comprobar antes sí realmente funcionan.

Mendoza también destacó que se está estudiando la posibilidad de que en este laboratorio se puedan establecer las «categorías» de dichos productos, en función del nivel de accesibilidad tal y como ocurre, por ejemplo, en las páginas webs.

La vivienda será construida en una zona diáfana del CRE de 120 metros cuadrados y simulará una vivienda convencional, la ventaja más importante es que serán los propios usuarios del centro los que validen de forma continuada las soluciones que se implanten.

El objetivo de este «laboratorio demostrador domótico», nombre técnico del proyecto, pasa por crear un entorno sostenible, accesible, usable y adaptado, donde el uso y la participación por parte de las personas que lo visiten sea fácil, seguro y autónomo, es decir, aprovechar la versatilidad de las nuevas tecnologías para mejorar la vida diaria de las personas con diversidad funcional.

La mayoría de las instalaciones a realizar no tendrán un funcionamiento «al uso» como si de una vivienda real se tratara, excepto la zona de cocina. El diseño y la distribución de espacios será modular facilitando de esta forma, por un lado, la visita de grupos numerosos de personas y, por otro, el cambio de configuración de las distintas zonas en caso de que fuera necesario.

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