viernes, 4 de marzo de 2011

Pido la palabra

Soy una de esas tantas personas con discapacidad que aparentemente no se ve,  llevamos tiempo, o como en mi caso años con muchos problemas, pero… como no se nos ve, para el resto del mundo estamos perfectos.  Siempre nos dicen lo mismo, que bien estás, que envidia tengo, ya estás jubilada, cobras una pensión y a disfrutar de la vida. ¡Como para disfrutar de la vida con la pensión que nos queda y las secuelas que tenemos!

Que equivocadas están, esas personas no entienden que no quieres esa situación, que no la buscaste, vino sola, y que te sientes la persona más desdichada del mundo; ese mundo que se ha desmoronado totalmente, ese mundo que conocías y el cual no puedes volver a recuperar. Antes tu vida se desarrollaba en dos partes; la primera era todo lo relacionado con tu casa y familia, y la otra con tu trabajo. Ahora lo único que tienes es tu familia y tu espacio exterior no existe, no encajas en ningún sitio, es una sensación que tardas muchos años en asimilar y aun así no lo consigues nunca.

Cuando trabajaba, es cierto que me pasaba el día corriendo del trabajo a casa, los niños, la comida, etc. y siempre pensaba, lo que daría por quedarme en casa. He de reconocer que estaba equivocada, llevo mucho tiempo en casa y las paredes se juntan y el techo cada vez se hace mas bajo, pero como soy una afortunada como piensan muchas personas, no tengo derecho al pataleo ni a quejarme. Lo siento, sí tengo derecho a hacerlo, pero es difícil encontrar comprensión en las personas que nos rodean, es mas fácil encontrarla en las que lo padecemos, somos muchos y estoy segura que si alguna de estas personas me lee estará conforme con lo que digo. No es oro todo lo que reluce, por dentro es simple metal.

Simplemente yo

1 comentario:

  1. Yo no tengo discapacidad.
    Pero pienso,
    Tienes derecho a quejarte
    Tienes derecho al pataleo
    Tienes derecho a escribir
    Tienes derecho a estar equivocada
    Pero también tienes derecho
    A levantarte del golpe que te ha dado la vida
    A vivir con comodidad
    A ser feliz
    Y todo lo vas a conseguir porque he leido tu carta con el corazón y no los ojos, me has transmitido una ternura con solo "pedir la palabra"

    "No miréis hacia atrás con ira, ni hacia adelante con miedo, sino alrededor con atención"
    j.thurker

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