Elena F. Gordón / León
La Asociación Familiares y Enfermos de Alzheimer de León acaba de cumplir dos décadas de exitosa trayectoria, nació el 24 de mayo de 1991. El doctor leonés, Joaquín de Juan Diéguez, que cursaba una master en Geriatría y Gerontología en Salamanca conoció en una de las clases a Magdalena Hernández Mediero, protagonista del movimiento asociativo del Alzheimer en la comunidad autónoma. Esta mujer había creado un colectivo en esa ciudad y fue invitada para contar su experiencia. Joaquín de Juan quedó lo suficientemente sensibilizado con esa dolencia como para proponer a su hermana Flor que dedicase sus prácticas de la carrera que cursaba, Trabajo Social, a poner en marcha una asociación similar en León.
Otra estudiante y varias familias se implicaron en una iniciativa que comenzó con la firma de nueve personas en un papel, para cumplir el requisito ineludible de constituir una junta directiva y de la que en la actualidad participan de forma directa un millar largo de personas, entre socios -más de 700-, voluntarios -más de cien-, trabajadores -unos 70- y más de 200 beneficiarios.
Con un patrimonio fundacional de cero pesetas, Flor de Juan adelantó el dinero de su beca para asumir los primeros gastos hasta que les llegase una subvención y se convirtió en presidenta de una organización de la que ahora es gerente. “Partíamos de un momento en el que la enfermedad de Alzheimer era un problema desconocido para la gran mayoría de la población. Siempre estuvo enmarcado dentro de lo que se conocía como una demencia, la persona iba perdiendo la memoria por la edad y seguía teniendo la cobertura social en el entorno familiar y eso hacía que no se percibiera como un gran problema”, detalla. No se solía diagnosticar y se tomaba como una parte del envejecimiento.
En aquel entonces el trabajo de la asociación se centró en la sensibilización, la difusión y la formación “para ir creando apoyos y servicios específicos para el enfermo y su familia hasta llegar a tener ahora una red de servicios y de programas que dan cobertura a la familia y al enfermo en distintos aspectos”.
Con empeño y tesón, dos décadas de trabajo se han traducido en haber conseguido implantar programas de atención al enfermo de Alheimer. “Hemos sido pioneros en crear modelos de atención. Llegamos a cumplir un gran objetivo, que era el de crear un modelo especializado para las personas que tienen demencia tipo Alzheimer, unido a la sensibilidad que existe ahora hacia la enfermedad. Y el respiro para la familia, para que puedan disponer de un descanso y de un apoyo que ahora no tenían, explica Flor de Juan.
Con empeño y tesón, dos décadas de trabajo se han traducido en haber conseguido implantar programas de atención al enfermo de Alheimer. “Hemos sido pioneros en crear modelos de atención. Llegamos a cumplir un gran objetivo, que era el de crear un modelo especializado para las personas que tienen demencia tipo Alzheimer, unido a la sensibilidad que existe ahora hacia la enfermedad. Y el respiro para la familia, para que puedan disponer de un descanso y de un apoyo que ahora no tenían, explica Flor de Juan.
La joya de la corona
Además del centro asistencia ubicado en dependencias del antiguo CHF, en la capital leonesa, el colectivo ha conseguido poner en marcha un centro de atención integral que fue inaugurado el pasado mes de septiembre por la Reina -había comenzado a funcionar dos meses antes- tras una inversión cercana a los 4,3 millones de euros financiados por la Junta de Castilla y León, el Gobierno central, Caja España, Caja Madrid, Ibercaja, la Fundación CAN y la propia asociación. Además, el Ayuntamiento de León cedió la parcela en la que se ubican las instalaciones.
En un momento complicado, como el actual, la visión del futuro incluye incertidumbres. “Nuestra previsión es sacar el máximo rendimiento a este proyecto que hemos puesto en marcha en tiempos difíciles y de cambio con servicios específicos para una enfermedad sin prevención ni tratamiento. “Hay muchos cambios en el sistema de financiación, de percepción de necesidades por el entorno familiar y cuando pase esta tormenta social, abriremos nuevos retos”, explica. “Tendremos que ver cómo sostener nuestros proyectos y nuestra labor, si se acabó lo que teníamos. Antes llegaba con pedir subvenciones y hacer una buena gestión. Ahora, estamos un poco a la expectativa de cómo va evolucionando todo”, resume.
Prefiere no personalizar los agradecimientos porque “todas las instituciones, entidades a las que hemos acudido han colaborado. Es el proyecto de muchísima gente y cada uno desde su sitio. Ha habido muy poca gente u organizaciones que nos hayan cerrado la puerta y quiero mostrar la gratitud hacia todos los que nos han acompañado en este proyecto ya que gracias a ellos ha sido posible todo”. También lanza una petición: “Que a la hora de recortar, se tenga especial cuidado con los servicios sociales y con todo lo que hemos ido logrando en años para que no se pierda, porque ha costado mucho”.
Fuente: La Cronica de León http://www.la-cronica.net/